Entre los problemas psicológicos que afectan a un mayor número de la población está la depresión. Cuando aparece un estado depresivo suele confundirse con la tristeza. Por este motivo es importante poderlas diferenciar y saber si estamos tristes o deprimidos.

La tristeza es una emoción completamente normal que puede sentirla toda persona sana. La tristeza, como todas las emociones, aparece por un motivo. Su función es alertarnos de que algo sucede en nuestro interior y tenemos que digerirlo. Para digerir situaciones dolorosas necesitamos tiempo y espacio en calma y a menudo en soledad. Por esta razón, cuando nos sentimos tristes aparece un decaimiento moral y dolor afectivo que disminuye nuestras ganas de llevar a cabo algunas actividades y de relacionarnos.

Muchas personas podrían sentir tristeza cuando discuten con su pareja, cuando pierden el trabajo o cuando una persona querida enferma; pero esta emoción es a corto plazo, es decir, se supera en un breve período de tiempo. La tristeza puede reducir la capacidad que las personas tienen para disfrutar, pero no reducirla por completo.

Si esta tristeza provocada por una situación concreta se prolonga más allá de los seis meses o es tan intensa que llega a ser incapacitante puede desembocar en una depresión.

Por lo tanto, lo primero que va a diferenciar la tristeza de la depresión es que la tristeza responde a una situación concreta y breve en el tiempo, mientras que la depresión es prolongada.

La depresión es una enfermedad o trastorno afectivo que se produce cuando los filtros emocionales de una persona distorsionan sus pensamientos. Aparecen pensamientos distorsionados o negativos que hacen que el individuo no vea los hechos de una manera objetiva.

Los síntomas de la depresión son:

• Estado de ánimo depresivo (se siente triste, vacío, llora).
• Disminución del interés por el placer y por las actividades.
• Alteraciones en el peso y en el apetito.
• Insomnio o hipersomnia diario.
• Agitación o enlentecimiento psicomotor.
• Fatiga o pérdida de energía.
• Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos (pueden ser delirantes).
• Incapacidad para pensar y concentrarse, indecisión.
• Pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida.

Esta enfermedad puede tener consecuencias graves si no es tratada. Muchas personas pueden ver afectadas sus relaciones personales, su capacidad laboral e incluso podrían llegar al suicidio. Por lo general, la persona deprimida se siente sola y desconfiada.

Diferencias clave entre tristeza y depresión:

• La depresión es una enfermedad, mientras que la tristeza es un estado emocional normal en los seres humanos.
• La tristeza es de corta duración, pero la depresión es persistente y a largo plazo.
• La tristeza es algo que se elimina con facilidad, mientras que la depresión requiere de tratamiento.
• Quien está triste no necesita de un profesional especializado, pero una persona deprimida sí debe ser atendida por un especialista.

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Beatriz Canales
Psicóloga Clínica y de la Salud. Col. 14938
www.beatrizcanales.com